¿Cómo estás? Te quiero contar mi historia. Y es que mi vida no fue siempre dedicada a mi pasión. Durante muchos años fui una bruja holística oculta detrás de títulos y trabajos que no reflejaban mi verdadera esencia. Pero desde pequeña sabía que tenía una energía especial que podía servir para ayudar y acompañar a otras personas en sus procesos personales.
La vida me fue llevando por diversos caminos que no me daban mucha claridad, pero que me irían preparando para el momento justo.
En el año 2015 renuncié a mi trabajo seguro de oficina y me mudé sola a México. Al poco tiempo caí en una depresión profunda, con medicación, y luego llegó la pandemia. Si bien en la pandemia afortunadamente no la pasé tan mal como otras personas, me surgió un padecimiento de salud en el cuello del útero, el cual persistió por mucho tiempo y tuve que ser intervenida con un tratamiento criogénico localizado, que no fue para nada agradable.
Lo terrible es que, aun así, el problema persistió y debía hacer nuevamente ese tipo de tratamiento agresivo. Decidí no hacerlo, tomando los riesgos y las riendas de mi propia salud.
Me di cuenta de que, si no me ocupaba de aprender sobre mi cuerpo y no empezaba a compartir y hacer fluir la energía que tenía a través de entregarle mis conocimientos al mundo, iba a seguir enfermando.
Todo comenzó en 2020 con sesiones terapéuticas de tarot, disciplina que conocí desde pequeña gracias a mi abuela paterna.
En esta formación les comparto mi camino y todos mis conocimientos, que fueron la base para orientarme en el mundo holístico-espiritual y tener la confianza suficiente para guiar a otras personas con amor y humildad. Además, logré sanar mi padecimiento de salud y vivir en coherencia, alineada con mi propósito más genuino: compartir con otras mujeres.
Y más allá de lo académico, nos guía una certeza:
Caminemos juntas.